Vaciles y yo

Vaciles y yo
Tuka*

lunes, 3 de octubre de 2011

Otra caída más*

Hará ya casi una semana que no escribo y parecen dos días solamente, que rápido pasa el tiempo aquí...os podría contar otro cuento, peor intentaré que no. Aquí pasan mil cosas cada día, y a cual más sorprendente.

Como ya os dije el miércoles salíamos sin hora y así fue, de bar en bar hasta acabar en otra fiesta privada, María se fue por un lado yo me fui por otro pero como no acabamos las dos a las 4 y media abriendo las dos la puerta de la residencia, estamos conectadas hasta para llegar a casa. Una noche como todas las que me toca hospital, noches para recordar porque algo con unas ganas de salir que no parece que pase 12 horas allí dentro.

El jueves un poco de todo, quedada para organizar el trabajo con unas compañeras de la exposición de 45 minutos sobre enfermedades musculoesqueléticas y a casa. Ya por la noche salir a correr y a cenar y tomarnos algo. ¡Menudos espaguetis con salmón que nos tomamos, uff que ricos! No sin antes percatarnos que nos habían robado en nuestro baño, según los indios, dos chicas y un chico. Todo muy creíble  porque lo que robaron es una plancha del pelo, bandas de cera, un desodorante, colonia, ¡unas pinzas de depilar! vamos que como María dice, que no roban por joder, roban al estilo Canadiense, lo que necesitan y ya está, porque anda que con todo lo que hay en el baño terminar robando unas pinzas de depilar, eso es España no pasa. Pero vamos una gracia que nos robaran, menudo cabreo. Como dice María: "Vamos al mar y se seca, que es lo mismo que decir, venimos a Canadá y nos roban".

Ya el viernes empezaba el fin de semana, empezó temprano a las 6 y media de la mañana despertandome para irme al hospital que tenía turno de día. Un día para no olvidar...son 12 horas por turno, muchas horas para no aburrirse y ese día no me aburrí. Desde los locos de siempre a los que me toca darles cerveza y llevarmelos a que fumen (sin poder fumar yo), a que mi viejecita "oki Doki" (así es como me responde siempre que le digo algo, cosa que me hace mucha gracia) se quedará encerrada en el ascensor, no me preguntéis como pero casi sin poder andar acabo ella sola dentro del ascensor encerrada. Pues ahí se tiró sus 30 minutos como mínimo. Luego me tocó entrar a ver a tres pacientes infecciosos, pues ahí que me ponía yo mis guantes, mi mascarilla y mi bata, todo bonica que iba! Cuando parecía que ya no iba a alucinar con nada más ¿Qué ocurrió? Pues que empieza a sonar una sirena y se anuncia por megafonia la alarma de incendios nivel 2. No se como serán aquí los niveles pero en España con un nivel 1 sales por patas lo más lejos que puedas. Pues no, aquí no, aquí con toda su tranquilidad me explicaban que era la alarma de incendios, que metiéramos todas las maquinas y contenedores de ropa a las habitaciones de los pacientes, se cerraban las puertas y nada todo el mundo tan tranquilo. Yo asustada era poco, solo pensaba en poder ir a coger mi cartera para que no se me quemará mi tarjeta de crédito y mi dinero, imaginaros si para mi fue broma!! Pues a los 45 minutos ya cambió la megafonia y se quitó la sirena y la alerta. Y si antes estaban tranquilos ahora ya ni os cuento... menuda historia más rara. Yo tengo dos teorías que son unos inconscientes y no tienen miedo a nada o que son unos exagerados, y me da que es más está última viviendo en frente de los bomberos y sabiendo que salen hasta para bajar a un gato de un árbol. Ahora más que nunca puedo decir que ¡esto es como en las películas!
Una vez terminado mi turno de hospital, fuimos María y yo a comisaría a poner la denuncia del robo del día anterior, pero como no estaba Tyler el policía más bueno que he visto yo en tiempos..pues lo dejamos para el día siguiente ya que el también nos conocía y sabia nuestro caso. Después nos fuimos a correr con el frío que hacia, pues aún así pantalón corto, sudadera, música y a correr. Ducha y a darlo todo! Nunca mejor dicho. Acabamos con unos amigos bebiendo en la residencia después de cerrar el  SRO y así hasta las 7 y media, sin dormir, de empalme, a coger el bus para ir a Manitoulin Island. No sin antes pasar por el Tim hortons a comernos tres hamburguesas de esas de salchicha, bacon, huevo típicas y riquísimas de aquí. 
Cogemos el bus con todos los estudiantes internacionales de Cambrian Collegue hacia la isla, Tres horas de camino, que como no, me las pasé durmiendo. Llegamos y echamos un vistazo al paisaje. Nos pusimos a andar por un itinerario que terminaba en una catarata chulisima, como caiga el agua, que maravilla. En esa misma agua acabe yo pocos minutos después, que para echarnos una foto saltamos de un lado a otro con la mala suerte y la torpeza de que al volver salte mal y ¡ZAS! al río me cai, menuda leche me metí. En el momento parecía que no me había hecho nada pero ahora el brazo y el dedo me duelen mucho!! Pues ya mojada y descojonandome lo que quedaba de viaje. Si es que a quien le va a pasar sino a la torpe de mi. El paisaje valió mucho la pena.





Con estas fotos termino de contar hasta el sábado por la tarde, que no os quiero escribir otro cuento. Mañana continuaré que no tengo nada que hacer, aunque bien prometo que no me pondré despertador, qué gusto poder decir eso.

Un beso para todos. 
¡¡Mama muchas gracias!!







Tuka*

No hay comentarios:

Publicar un comentario